Hola mamás ¿cómo están? ¿Cómo están pasando la cuarentena? Ya las estaba extrañando, y me hacía mucha falta volver a conectar con ustedes.
Nunca me hubiese imaginado lo que vivimos este año, una pandemia que vino a obligarnos a barajar las cartas y ver cómo se presentaba la nueva partida.
Al principio el encierro no me molestaba porque acostumbro trabajar desde casa, lo que más me afecto fue el silencio en las calles, los aplausos a la noche, el móvil que pasaba con el megáfono diciendo que nos quedemos adentro y las noticias salidas de una película de terror. Mi mayor preocupación es saber cuándo voy a volver a ver a mi mamá que está en Necochea y agradezco el abrazo que le di la última vez que viaje en Marzo, antes de que la cuarentena sea obligatoria.
Hubo días que perdí la noción del tiempo, no distinguía Lunes de Domingos y hasta el sueño se me hacía difícil de conciliar. A veces me pasaba noches haciendo fuerza para dormir y otras dormía en exceso.
Hice yoga, aprendí a administrar las comidas y a usar cada centímetro de la verdura. Incluso armamos una mini huerta en el balcón. Pasaba el tiempo mirando a los viejitos del geriátrico de enfrente que cada tarde se juntaban a jugar truco.
Me lave las manos, me tape la boca, volví a lavarme las manos. Hice fotos. Festeje mi cumpleaños por videollamada, festeje otros cumpleaños. Me endeude, llore por eso. Pedí ayuda y agradecí al universo por haberla recibido. Volví a llorar por la voz segura que me calmaba tras el celular, y me decía que todo iba a estar bien.
Las preguntas que me invadían eran ¿Qué puedo hacer como fotógrafa sin sacar fotos? ¿Cómo puedo ayudar a las mamás que se quedaron si su sesión de fotos para recordar el primer año de su bebé? ¿Quiero seguir llevando mi trabajo igual que antes de la cuarentena?
Estos 10 años de emprender y querer vivir de la fotografía me ha llevado a cambiar más de una vez. Cuando mi corazón o mariposas en la panza me indican que la cosa no va por ahí me animo a lanzarme, volver a empezar o transformarme.
Desde el día uno de la cuarentena sabía que mi trabajo iba a sufrir, y comencé a buscar otras alternativas. Me apoye en capacitaciones, charlas, vivos, entrevistas de distintas disciplinas para darme cuenta cómo el mundo estaba cambiando y así estar alineada con la nueva normalidad.
En mi mente no quería solo hacer algo que sea para salvar las papas a corto plazo sino crear un servicio diferente que me permita trabajar inclusive si el año que viene surge el COVID 20 potenciado, si llueven sapos o nos invaden extraterrestres.
Y ampliar los horizontes conociendo nuevas historias, compartiendo el amor por la fotografía y ayudando a mamás de otras ciudades y por qué no de otros países a que trabajen con sus propias fotos.
Después de un mes de investigación, de mirar hacia adentro, escucharme y creer en mi proceso lanzo mi nueva propuesta: SERVICIO DE ORGANIZACIÓN DE FOTOS. Se trata de ayudarte a crear, organizar y preservar el primer año de tu bebé.
Voy a acompañarte durante todo el proceso, para que puedas dejarle un registro fotográfico y así en el futuro vea cómo era de pequeño.
Un niño que observa a diario fotos de su familia, de momentos felices que compartieron, de las personas que están a su alrededor es un niño que se siente contenido y amado.
Es por eso que creo tan valioso documentar la vida cotidiana y trabajar con el archivo familiar.
Espero que te sumes y trabajemos juntas!!
ABRAZO
ANITA!
Foto de portada realizada por:
Fotografía: Alejandro Facal
Maquillaje: Alejandra Zeniquel